Nunca es tarde para reconocer errores. The Pains of Being Pure at Heart son unos neoyorquinos que van por su segundo álbum enamorando indies a diestro y siniestro. Tras haber escuchado el primero y sin haberme visto saciada eliminé su debut de mi disco duro y me dispuse a otra cosa. Más tarde, un amigo me obligó a escuchar su segundo disco de estudio y he ahí cuando me replanteé ser tan radical con estos nuevos grupos. Habiéndome arrepentido, he aquí su segunda obra, Belong, un disco deudor de los sonidos pop de la música de los 80 y 90, con cierto toque que los refresca y manteniendo una calidad más que aceptable a lo largo de su conjugación de indie, dream pop y shoegaze.
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